La Comisión Europea presenta el 5 de marzo su plan de acción para “garantizar el futuro” de una industria “en un momento crucial”. Un nuevo análisis de T&E muestra que si la anunciada ley de flotas de empresa fija objetivos obligatorios, los fabricantes europeos conseguirían la mitad de las ventas de vehículos eléctricos que necesitan en 2030 para no ser penalizados.
Si la anunciada ley europea de electrificación de flotas establece que todos las empresas con más de 100 automóviles han de comprar solo vehículos eléctricos a partir de 2030, la demanda de coches eléctricos de fabricantes europeos crecería en 2 millones, según un nuevo análisis del grupo ecologista T&E. La ley, cuya redacción final se está debatiendo, puede generar una media de la mitad de las ventas de VE que los fabricantes europeos necesitan para cumplir su objetivo vinculante de emisiones de CO₂ ese año y evitar el pago de sanciones. En el caso de fabricantes como Stellantis o BMW, esta cifra se eleva al 54% y al 58% respectivamente. T&E pide garantizar este objetivo vinculante en la redacción final.
Los objetivos obligatorios de electrificación de las flotas beneficiarán especialmente a los grupos automovilísticos europeos, ya que el 62% de sus ventas de coches corresponden al mercado corporativo, frente a sólo el 49% de los fabricantes no europeos. [1]
Los coches de empresa son el mayor mercado automovilístico de la UE, con cerca del 60% de las nuevas ventas destinadas a este segmento. A pesar de su gran potencial para apoyar al sector automovilístico europeo en su transición hacia la electromovilidad, este mercado no está tirando del carro. Las empresas europeas apenas se están electrificando más deprisa que los particulares (14,3% frente a 13,6%). En los dos mayores mercados automovilísticos de la UE, Alemania y Francia, las empresas se electrifican aún más lentamente que los hogares.
En enero, la Comisión Europea puso en marcha un diálogo sobre el futuro de la industria europea del automóvil que preside la Presidenta von der Leyen. El principal objetivo de este diálogo es «abordar los retos críticos a los que se enfrenta el sector y garantizar su éxito continuado como motor principal de las economías europeas». Este diálogo desembocará en un Plan de Acción Industrial del Automóvil que se presentará el 5 de marzo. Una nueva ley de la UE que establezca objetivos vinculantes de electrificación para las grandes flotas apoyaría claramente las inversiones de los fabricantes de automóviles de la UE en electrificación, al tiempo que introduciría casi 7 millones más de VE asequibles en el mercado de vehículos usados para 2035 para los compradores particulares. En Europa, casi 8 de cada 10 ciudadanos de la UE compran su coche en el mercado de segunda mano.
Óscar Pulido, Responsable del programa de electrificación de flotas en T&E España, ha afirmado: «Hoy más que nunca, Europa necesita políticas climáticas que también refuercen nuestra competitividad. Los objetivos de electrificación para las grandes flotas hacen exactamente eso: pedimos a las grandes empresas que apuesten más rápido por la electricidad y, de este modo, impulsamos la demanda de más de 2 millones de vehículos eléctricos fabricados por los fabricantes de automóviles europeos.»
«En lugar de intentar debilitar los objetivos de emisiones, los fabricantes europeos de automóviles deberían abogar por una ley europea de flotas que les ayude a cumplir sus objetivos..»
T&E también pide a la Comisión Europea que anuncie una iniciativa de puntuación ecológica de la UE -a imagen del ecobono francés- que califique y premie la producción de vehículos eléctricos con bajas emisiones de carbono que utilicen materiales limpios. De este modo, los vehículos eléctricos fabricados en Europa tendrían mejor puntuación gracias a la energía más limpia utilizada en el proceso de fabricación. La ley de flotas de la UE debería establecer un objetivo secundario para los coches eléctricos que deben alcanzar un determinado nivel de puntuación ecológica y, de este modo, impulsar la demanda de coches fabricados en la UE.
Óscar Pulido, ha añadido «Como siguiente paso, la Comisión Europea debe avanzar rápidamente anunciando objetivos vinculantes de electrificación para las grandes flotas. Esto creará seguridad en la inversión, no sólo para los fabricantes de automóviles, sino también para otros sectores clave, como la industria de la infraestructura de recarga, ayudándoles a planificar el despliegue de la infraestructura de red y las inversiones. En lo que respecta a España en particular, el primer paso debe consistir en reformar la fiscalidad, facilitando así a las empresas acometer la electrificación de sus flotas.»
[1] Los cálculos se basan en la extrapolación de datos del mercado francés de flotas. En Francia, las empresas con más de 100 vehículos (excluidos concesionarios y fabricantes de automóviles) representan el 41% de todas las ventas de coches corporativos. Este análisis utiliza el mismo porcentaje en el resto de países de la UE, junto con la cuota corporativa de cada fabricante europeo de automóviles. A continuación, se compara el impacto de la normativa sobre flotas con las ventas de VEZ necesarias para que los fabricantes de automóviles cumplan sus objetivos de CO2 para 2030, incluidas las mejoras previstas en la eficiencia de los motores de combustión interna y las ventas de híbridos.
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