Si los gobiernos quieren ayudar realmente a los más desfavorecidos, deberían focalizar las ayudas a través de una reducción del impuesto sobre la renta, ayudas por gastos de transporte o incluso emitir tarjetas de combustible para los más necesitados.
La reducción de los impuestos sobre el combustible costará a los contribuyentes europeos casi 9.000 millones de euros, según un nuevo análisis. Los conductores más ricos recibirán ocho veces más dinero público que los más pobres, de media, según el estudio del grupo de movilidad verde Transport & Environment (T&E). En su lugar, los gobiernos deberían imponer un arancel a la importación de petróleo ruso para recaudar ingresos que pudiesen destinarse a ayudas económicas a los hogares con rentas bajas y a impulsar la seguridad energética de Europa.
Carlos Rico, experto en electrificación de coches en T&E, declaró: “Los gobiernos de la UE dicen estar con Ucrania, pero en lugar de gravar el petróleo ruso, lo subvencionan con 9.000 millones de euros del dinero de los contribuyentes. Hay mejores formas para ayudar a la gente. Podríamos imponer un arancel o un impuesto a las importaciones de petróleo ruso ahora mismo. En lugar de subvencionar a conductores ricos de coches devoradores de gasolina, las ayudas económicas podrían distribuirse de forma mucho más justa entre las familias que realmente las necesitan.”
Según el informe, el 10% de los conductores más ricos recibirán ocho veces más recortes en los impuestos sobre el combustible que los más pobres, de media, porque consumen mucho más combustible. Los conductores más ricos conducen más, a menudo solos, y con vehículos más grandes y contaminantes. Por ejemplo, una rebaja de 15 céntimos en el impuesto sobre el combustible durante seis meses reducirá la factura de un conductor de un BMW X5 en 300 euros, frente a los 85 euros de un conductor de un Citroën C3. Mientras tanto, las personas que utilizan el transporte público no reciben nada.
El análisis señala también que los países de la UE recaudarán 22 mil millones de euros gracias al arancel de 25 dólares por barril de brent ruso. Este coste tendría que ser asumido por la industria petrolífera de dicho país ya que no dispondrán de alternativas para la venta de crudo a corto plazo en el mercado europeo.
A su vez el estudio indica que hasta el momento no se han tomado medidas para disminuir la demanda de petróleo en Europa, centrándose los gobiernos únicamente en recortar los impuestos sobre los combustibles. Un informe de la Agencia Internacional de la Energía publicado la semana pasada señala que si todas las economías avanzadas llevarán a cabo 10 medidas de emergencia, podrían reducir en 2,7 millones de barriles la demanda diaria de petróleo. Esto equivale a la demanda total que suponen todos los coches en China.
Óscar Pulido, responsable de la campaña de electrificación de flotas en España declaró: “La manera más fácil de evitar los altos precios de los combustibles es dar facilidades para reducir al máximo los desplazamientos en coche. Los gobiernos deberían declarar el teletrabajo como un decreto legislativo en los oficios en los cuales sea posible y a su vez bajar temporalmente los precios del transporte público. Si los gobiernos lo que realmente quieren es ayudar a los hogares más desfavorecidos y los cuales dependen del coche, deberían focalizar las ayudas a través de una reducción del impuesto sobre la renta, ayudas por gastos de transporte o incluso emitir tarjetas combustible para los más necesitados.”
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