Actualmente, la Unión Europea ha establecido ciertos compromisos climáticos para paliar los efectos nocivos de la contaminación en el planeta. Uno de los objetivos es la reducción de, al menos, el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030 en relación con los niveles del año 1990.
En España, el sector transportes es considerado uno de los mayores emisores de contaminantes, por lo que será crucial reducir, de manera urgente, las emisiones de carbono derivadas de los combustibles fósiles, extensamente utilizados por el actual parque de vehículos del país.
Pese a que se está apostando por políticas y alternativas que promuevan una movilidad más sostenible, fomentando la movilidad activa y el transporte público, el uso del vehículo privado seguirá siendo imprescindible en diversas situaciones. Por ejemplo, en aquellos casos en que la oferta de transporte público sea insuficiente (o incluso inexistente) para acceder a centros de trabajo o viviendas. Es por ello por lo que se deberán buscar alternativas menos contaminantes en el uso del vehículo privado.
El vehículo eléctrico se presenta como la principal alternativa a los vehículos a combustión, por su menor impacto en las emisiones de carbono. Especialmente si se tiene en cuenta el hecho que está previsto que en el año 2035 dejen de venderse, de manera global, vehículos de combustión.
A pesar de que el vehículo eléctrico se erige como la principal alternativa a los vehículos de combustión, todavía existen diversos desafíos en la sustitución a gran escala de los vehículos más contaminantes.
Uno de estos desafíos es la brecha social de acceso a los vehículos eléctricos: para parte de la población será inviable la adquisición y mantenimiento de este tipo de vehículos, que generalmente requieren una mayor inversión inicial que los vehículos a combustión.
El objetivo principal de este estudio es realizar una propuesta de leasing social de vehículo eléctrico destinada a estrechar la brecha de acceso actual y permitir que el vehículo eléctrico sea también accesible para las personas con menor poder adquisitivo, gracias a programas gubernamentales de subsidios. Para ello, se evalúa la idoneidad de la situación actual y el público objetivo más adecuado para la implementación de un servicio de leasing social de vehículos eléctricos.
La propuesta de leasing social de vehículos eléctricos tiene en cuenta los siguientes aspectos:
- Demanda social: perfil de población más adecuado para beneficiarse del servicio (basado en
ubicación geográfica, hábitos de movilidad, renta, necesidades de transporte, etc.) - Viabilidad económica: análisis exhaustivo de los costes derivados de la implementación del
servicio de leasing, así como del mantenimiento. - Impacto ambiental: evaluación de los beneficios ambientales derivados de la implementación
del servicio de leasing social (reducción de emisiones, mejora de la calidad del aire).
