En el año 2009, la Unión Europea estableció una serie de objetivos de obligado cumplimiento para reducir las emisiones de los vehículos nuevos a 130 gramos de CO2 por kilómetro (g/km) para 2015 y a 95 g/km en 2020.
En este documento se expone por qué y cómo se debe fomentar el mercado de vehículos hipocarbónicos sin reducir los considerables beneficios que se derivan del aumento de la eficiencia de los vehículos convencionales.